OLÍMPICA VALVERDEÑA 2 – C.D. BONARENSE 1.
Contendieron la Olímpica Valverdeña y el titular de Bonares,
encuentro que resultó competido y emocionante por lo incierto del resultado
hasta poco antes de terminar, llevando la mayor parte del tiempo reglamentario
ventaja en el marcador el equipo visitante, que consiguió su único gol en la
primera mitad en un buen avance, en cuya jugada colaboró el meta local de modo
inexplicable. Esto ocurrió mediada la primera mitad, siendo hasta entonces el
dominio alterno.
Siguió en la segunda mitad el juego emocionante, más aún
cuando los locales en rápidos avances merodearon el gol, que vino, precisamente
de una falta: el árbitro, antes las justas protestas del “respetable”, sancionó
con golpe franco una claro penalty de Bellerín a Zarrita que, afortunadamente
convirtió el interior valverdeño en el gol del empate. Los jugadores locales se
crecen, buscando con afán el tanto de la victoria, que llegaría cuatro minutos
antes del final al bombear Paco el cuero y rematarlo Zarrita a la red. Con este
tanto, que vale los dos puntos en litigio, la general euforia local es
indescriptible.
Analizando el encuentro se vio poco juego de conjunto. El de
Bonares dio sensación de equipo más hecho, más logrado, tal vez porque en sus
filas figuran elementos cuya veteranía es eficiente. Pero lejos de cerrar el
juego y organizar la defensa en los últimos minutos, siguieron jugando con
peligrosa y alegre apertura, ante un equipo ya muy crecido. Del Bonarense se
destacó el central, Bellerín, para nuestro juicio el mejor de los veintidós; el
delantero centro y el interior izquierdo, aunque debemos resaltar que todas sus
líneas actuaron bien.
La Olímpica demostró prácticamente que ha bajado de juego,
siendo lo más endeble el cuarteto defensivo, donde solo Manolo sigue siendo el
jugador limpio, flexible y pendiente de taponar brechas.
Los laterales no están en sus mejores momentos. Discreta la
media y en la delantera sobresalieron Pinto, hábil e incisivo, y Zarrita, con
su ya peculiar capacidad goleadora.
El Sr. Martín Feria, colegiado de la capital, no se quiso
complicar la vida en jugadas decisivas y tuvo algunos errores, por lo que su
labor no llegó a discreta pero siguió el juego de cerca.
GONZÁLEZ MORA.
Publicado en el ODIEL el 18 de febrero de 1954.
No hay comentarios:
Publicar un comentario